Durante mi segunda estancia en Japón estuve aproximadamente 9 días en Tokio. La capital nipona tiene un especial encanto ya que tiene un poco de todo, tradición y últimas tendencias. Da gusto estar en mitad de una calle tecnológica y al pegar esquinazo entrar a un templo centenario. Este post te ayudará a hacerte una idea de que puedes visitar en Tokio o que excursiones fuera de la ciudad puedes realizar.
No es fácil escribir sobre todo lo que uno puede hacer en Tokio y como en cualquier entrada que haremos, lo hacemos desde nuestra propia experiencia y gustos. La capital de Japón es una ciudad enorme y aunque te puedes mover perfectamente a través del sofisticado sistema de metro te recomiendo que elijas un hotel lo suficientemente cerca de una estación de metro o céntrico, porque sino perderás mucho tiempo entre desplazamientos.
Ante todo odo me gustaría hablar del sistema de transporte principalmente el metro. El sistema de metro puede parecer un poco complicado, debes comprar tickets en unas máquinas que hay en la entrada de todos los metros y debes seleccionar que líneas vas a usar. Si vas a cambiar de línea el precio del ticket será más caro que si solo vas a usar una misma línea. Puedes seleccionar inglés para comprar tu ticket y si tienes dudas, no te lo pienses! pregunta a un japonés que seguramente te ayudará encantado.
Las líneas de metro suelen ser muy efectivas para llegar a prácticamente todas las zonas de la ciudad y además conectan con líneas de tren por si quieres hacer desplazamientos fuera de Tokio para visitar Kamakura, Nikko o Yokohama por ejemplo. Las conexiones de líneas pueden llegar a ser espectacularmente largas, andando por pasillos llenos de japoneses que van al trabajo o vuelven. El metro suele estar abierto hasta las 23 de la noche, así que debes controlar los tiempos porque si te quedas fuera como me pasó una noche, tendrás que volver andando a tu hotel cosa que puede ser toda una odisea. Te recomiendo que compres en el aeropuerto (único sitio donde puedes) comprar una tarjeta de metro para una semana, te ahorras mucho dinero, hay puestos en el mismo aeropuerto para poder cambiar dinero y también para comprar este tipo de tickets semanales. Para desplazarte hay también autobuses que te dejan en la estación central de Tokio es fácil y si tienes dudas con un poco de inglés no tendrás problema para comprar el billete adecuado. Lo bueno que tiene Japón es que son gente muy honesta y difícilmente van a tratar de estafarte o engañarte, es el país de la cortesía y las apariencias, así que uno parece estar en un cielo de seguridad y confianza. Así que si tienes dudas pregunta y a poco que puedan, se volcarán en ayudarte para poder llegar a donde quieres ir o para solventar tu duda.
La vida en la capital nipona parece que nunca duerme y siempre hay bares, discotecas o algún que otro karaoke que esta abierto las 24 horas. Muchos hombres de negocios que viven a las afueras se quedan a dormir en los famosos hoteles cápsulas porque ya es demasiado tarde para volver a casa. Pero que no te engañe su aspecto, los hoteles cápsula no tienen porque ser más baratos que los hoteles normales y además suelen separar a hombres y mujeres. Es decir que hay un montón de hoteles cápsula en los que suele pueden alojarse hombres o solo mujeres.
Uno de los primeros sitios que visité por la cercanía con el propio hotel donde nos alojábamos fue la zona de Asakusa donde está uno de los templos más grandes y antiguos de todo Tokio el templo de Sensoji. Se
dice que una parte fue destruido por la armada estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial pero por suerte se pudo reconstruir y hoy en día sirve de entrada para darte cuenta de que acabas de llegar a Japón! Además por los alrededores d
el templo hay una calle comercial muy animada donde puedes comprar recuerdos y incluso puedes comprar tu propia papeleta religiosa para dejarla en el templo, se dice que da buena suerte.
Esta zona se puede visitar perfectamente en un par de horas y una vez hecha la visita puede que sea el momento de visitar uno de los lugares más característicos de Tokyo, el barrio tecnológico de Akihabara. Es la foto que has visto al entrar en este post y quizás una de las imágenes más clásicas que hemos visto todos desde casa cuando vemos un documental sobre Japón. En dicho barrio vas a e
ncontrar cientos de tiendas freaks donde podrás encontrar mangas, videojuegos, artículos de coleccionista, portátiles, móviles y toda clase de dispositivos y accesorios que puedas necesitar. No te hagas ilusiones pensando que te comprarás un ordenador súper barato, pero quizás donde puedes hallar mejores ofertas es en cámaras reflex y objetivos. Aquí puedes comprar objetivos oficiales de Nikkon o Canon (cámara con la que trabajamos) por precios bastante más económicos que aquí en Europa, no olvides que estas marcas son japonesas, así que si eres un apasionado de la fotografía no lo dudes y date un capricho.
Cabe decir que Akihabara puede llegar a ser molesto al cabo de las horas, las tiendas tienen música manga a todo trapo igual que las zonas de máquinas recreativas donde verás a un montón de otakus jugando a las últimas novedades en videojuegos. Los comercios y tiendas son algo diferentes a como estamos acostumbrados los occidentales. Aquí un mismo edificio puede contener diferentes tiendas y debes adentrarte en ellos para descubrir todo lo que ofrecen. Puedes subir con escaleras mecánicas o con ascensor y ver que por ejemplo en la planta 2 y 3 hay máquinas recreativas, mientras que en la planta 4 hay un restaurante y en la 5 hay un café para gatos. Suelen anunciar todo lo que ofrece el edificio en la entrada de abajo pero como todo está en japonés no siempre entenderás que dice. No te preocupes si te da la sensación de que no te enteras de nada, es normal estás en uno de los países más enigmáticos que hallarás en el planeta.
Cuando estés cansado de visitar el barrio de videojuegos y haya caído la noche, es hora de cambiar de aires. Prueba a ir a a Shibuya. Este barrio también es tecnológico y esta
lleno de tiendas aunque de tipología más diversa que el barrio de Akihabara. Aquí puedes encontrar de todo, restaurantes (aunque los hay en todo Tokyo), karaokes, tiendas de ropa y su famoso cruce, fotografiado en miles de ocasiones por donde pasan millones de personas al día.
Una visita obligatoria de buena mañana es ir al mercado del pescado de Tokio. El mercado más grande de pescado en el mundo. El pescado es una pieza fundamental en la gastronomía japonesa y por ello no es de extrañar que la capital nipona tenga un macro mercado donde cada día entran miles de toneladas en todo tipo de especies marinas. La famosa subasta del atún se suele realizar entre las 5 y 6 de la mañana y debes pillar un taxi para ir a verla si tu hotel está suficientemente lejos. Nosotros decidimos visitar el mercado cuando se abre al público general sobre las 11 de la mañana y degustar uno de los mejores sushis que se puede comer en Japón. Al rededor del mercado hay restaurantes que preparan el sushi más fresco de la ciudad, nosotros entramos en uno que directamente mataban allí mismo al pez, cuesta de ver pero no hay que ser tampoco hipócrita, delante tuyo o no, el sushi proviene del pescado. Susana es vegetariana y pudo degustar algunas, aunque escasas piezas de sushi vegetales.
La visita al mercado la verdad es que nos decepcionó. Sin lugar a dudas la afluencia de turistas a provocado el enfado de los japoneses que trabajan allí. Ahora organizan colas que van entrando poco a poco en el mercado y tienes que vigilar para que no te atropellen con los toros mecánicos de transporte. Es de los pocos sitios donde vimos a los japoneses siendo un poco estúpidos por decirlo de alguna manera, pero también los comprendo aquí en Barcelona, la afluencia de turismo ha provocado problemas en el mercado de la Boqueria. A veces es difícil combinar turismo y desarrollo normal de una actividad local.
Una visita imprescindible sería el Parque Yoyogi, aquí puedes ver los fines de semana a los rockers, japoneses y japonesas que se visten de rockeros de los años 50 y se ponen a bailar, es muy gracioso merece la pena pasarte por la zona, aparte el parque es precioso y cerca del parque hay una zona comercial muy animada donde probamos uno de los mejores helados que he comido nunca.
Cuando cae la noche los más fiesteros pueden elegir el barrio de Roppongi, aquí se pueden encontrar bares y clubs que abren hasta bien entrada la madrugada donde podrás hacer una fiesta típica japonesa. Nosotros visitamos el barrio para ir a cenar al restaurante que sale en la película Kill Bill. Resulta que después de mucho caminar y llegar al restaurante, estaban en una fiesta privada de americanos y nos colamos! La pena es que no pudimos cenar porque tenían el restaurante cerrado pero tuvo gracia que al entrar, el japonés que había en la puerta me llamo la atención y pensé »vaya ya me van a echar» y era para darnos la copa de bienvenida a la fiesta 🙂 Aprovechamos para hacernos la foto de rigor dentro y ver el curioso escenario de la película de Kill Bill, quien ha podido cenar dentro lo recomienda y además parece que tienen una calidad-precio más que aceptable.
Si lo que quieres es ver uno de los barrios más »in» de todo Tokio debes visitar el barrio de Shinjuku, a nosotros personalmente no nos gustó demasiado pero aquí puedes calles en plan 5 avenida de Nueva York con todo tipo de tiendas de lujo como Tiffany’s…
Una de las visitas que resulta curiosa es visitar el parque donde está el palacio del Emperador. La zona es conocida como Kōkyo y aunque el palacio del Emperador solo se pueda visitar en ocasiones muy especiales como el aniversario del propio emperador merece la pena verlo por fuera y pasear por el enorme parque que rodea el palacio. Japón tiene un emperador y aunque Hiro Ito el anterior emperador estuvo apunto de ser ejecutado por las tropas americanas cuando entraron en 1945 después de la Segunda Guerra Mundial, decidieron mantener su figura para no desestabilizar demasiado el país y poder implantar las reformas que querían.
Hasta aquí esta entrada sólo he seleccionado lo más típico que puedes ver en Tokio pero abriré otros capítulos dedicados a la gastronomía japonesa, visitas a las afueras de Tokio y otras curiosidades. Espero que os haya gustado, os dejo algunas fotos.