A todos nos ha pasado alguna vez, llegas al destino de ensueño que llevabas esperando tanto tiempo para tomarte un merecido descanso o iniciar una nueva aventura en un país desconocido y cuando llegas al hotel, nada es como creías que sería. Mal servicio, malas instalaciones, deprimente desayuno, noches llenas de ruido que no te permiten descansar… Como viajero habitual, me he llegado a encontrar de todo, desde puertas que no cerraban en Londres, habitaciones que decían tener lavabo propio y no tenían, habitaciones llenas de cucarachas y ¡hasta camas que directamente no cabían en la habitación en Tokio¡ ¡No te rompas el celebro pensando como este babuino y sigue estas cinco claves que seguro te ayudarán!
De todas las situaciones surrealistas que he vivido, quizás está última (la de Tokio) fue una de las más irritantes. El hotel estaba regentado por un francés que directamente te daba una habitación más pequeña a la contratada, era realmente tan pequeña que casi no cabían dos personas dentro y como las camas eran tipo japonesas (futones) de quita y pon, cuando pusimos las camas…¡una de ellas sobresalía de la propia habitación! El tipo muy acostumbrado a pelearse con los clientes, nos dijo que era lo que había por el precio que habíamos pagado (una excusa lamentable) y que el precio que ponía en la puerta (el cual era inferior al que nosotros pagábamos por noche) era por persona, ¡cuando un hotel da el precio por persona! Además aunque fuera por persona tampoco cuadraba el precio que pedía con lo que estábamos pagando.
Además por la noche el dueño se larga y muchas veces los estudiantes que eligen el hotel por su precio, no te dejan descansar por el follón que montan. Y si todo esto fuera poco, cabe decir que el desayuno que dicen que incluye, es ridículo con un bol del tamaño pinypon para ponerte cuatro cereales. En definitiva, una mala experiencia que no enturbió demasiado el viaje, pero que hubiéramos preferido evitar. El hotel en cuestión es el Aizuya Inn en Tokio y aunque puedas ver buenas recomendaciones, no lo pilles si piensas pasar más de una noche, es nuestro consejo. Aquí os dejo una de las fotos que hice y os podéis hacer una idea, tenía una foto mejor que no he encontrado, la cual estaba hecha desde fuera de la habitación y se podía ver claramente como sobresalía una parte de la cama 🙂
Seguro que tienes buen olfato para elegir un buen hotel, pero aquí te dejamos nuestras cinco claves que espero que te sirvan de cara a elegir un buen hotel:
1-Mira que la localización sea la idónea para tus intereses. A veces uno contrata un hotel de ensueño y el precio no está nada mal, todo perfecto salvo por un detalle, el hotel está a años luz del centro de la ciudad o de las localizaciones que quieres visitar. A veces está bien situado pero el transporte es nefasto lo cual también puede ser un gran inconveniente. Piensa que cuando viajas al extranjero por norma general no vas a conocer la geografía del lugar previamente, así que es mejor que estudies un poco el mapa y elijas un hotel con buena localización aunque te valga algo más. Una buena localización te evitará mucho cansancio en un viaje que ya de por sí puede ser agotador.
2-Mira opiniones y fotos en Tripadvisor o Booking antes de contratar. Sé que esto seguramente ya lo haces, pero no está de más recordártelo. Está claro que cualquiera puede dar su opinión en internet y puede que ésta no coincida con la tuya, pero normalmente la opinión general acaba haciendo justicia a la verdad. Si un hotel tiene muchos votos positivos y se basa en un total de más de 200 opiniones, es porque seguramente es un hotel más que correcto y será una buena elección. Si en cambio un hotel en su mayoría cosecha malas réplicas o te avisan de algún inconveniente en el local, es mejor que lo tengas en cuenta. Hay veces que los defectos solo se pueden ver si lees críticas de los clientes, por ejemplo el típico hotel que es perfecto pero que tiene un gran fallo y es que por las noches se hace mucho alboroto, eso solo lo podrás saber si lees unas cuantas opiniones y ves que una y otra vez la misma problemática se vuelve a repetir. Está claro que a veces incluso mirando opiniones te puedes equivocar pero normalmente reduces el margen de error. Así que haz caso a los viajeros que han estado allí previamente y sigue la opinión generalizada, en este caso más vale prevenir que curar.
3-No te dejes llevar solo por el precio. En ocasiones el precio de un hotel es extremadamente barato en una localización donde todos los hoteles son caros. Mira bien que realmente sea un hotel que cumpla con todo lo necesario para tu viaje, desayuno, instalaciones, localización, ambiente…Puesto que nadie da duros por cuatro pesetas, si te encuentras un hotel exageradamente barato casi seguro que tiene trampa, así que vigila, quizás solo les quede libre la habitación con fantasmas…:)
4-Valora si es el tipo de hotel que se adapta a ti. Puede parecer un consejo tonto pero es mejor tenerlo en cuenta. Por ejemplo hay hoteles que son geniales si viajas con niños, porque el hotel tiene un montón de actividades infantiles y allí tu hijo/a encontrará nuevas amiguitos para jugar, pero si no tienes niños y simplemente buscas tranquilidad y descanso después de una jornada intensa, es mejor que no elijas un hotel así. Hay tantos hoteles como personas, por ejemplo también están los albergues, locales donde encontrarás camas en habitaciones compartidas. No soy mucho de pillar habitación compartida porque suelo viajar con la pareja, solo lo he hecho en cinco o seis ocasiones (en Escocia porque viajaba solo por ejemplo). Lo ideal es que mires muy bien que vas a poder descansar correctamente por la noche, porque en ocasiones las habitaciones o las personas que encuentras en los albergues son muy guarras y huelen terriblemente mal o hacen un montón de ruido aunque a veces sea roncando y no consigas pegar ojo en toda la noche. Hay albergues que trabajan muy bien y son muy limpios así que todo es cuestión de buscar bien y tener un poco de suerte con los compañeros que te toquen.
5-Si es con desayuno, mejor que mejor. Es nuestra recomendación, puede parecer pijo pero no es ninguna tontería. Puede que vayas a un país en el que todo es muy caro o simplemente no te apasiona la comida local y tienes que comer cualquier cosa para poder subsistir pero si en cambio tienes un buen desayuno la cosa pinta mucho mejor. También en ocasiones, haces un viaje en el cual cada día haces una excursión intensa y agotadora, así que es mejor pegarse un buen desayuno para empezar el día y así tener las energías necesarias. Un consejo importante es que mires cuanto puede subir el precio de la habitación por elegir que el desayuno esté incluido, porque en ocasiones no sale a cuenta. Me explico. En ocasiones tu eliges una habitación la cual vale 100€ la noche y cuando eliges la opción con desayuno sube a 150€. Estarás pagando 50€ más por un desayuno o dos desayunos, ¿realmente no vas a encontrar un buen par de desayunos en la localidad donde te alojas por menos de 50€? Pues eso, es recomendable tener desayuno pero siempre que calidad-precio salga a cuenta.