La capital de la República de Irlanda tiene la capacidad de sorprender a los visitantes por la impresionante variedad de atractivos que ofrece a aquellos que se atrevan a visitarla. La urbe esta llena de atractivos tales como historia, arte, música, bares, buen ambiente…
¿Cómo llegar y moverse?
Llegar a Dublín desde cualquier rincón de Europa es realmente fácil y barato gracias a la gran cantidad de vuelos que fletan a diario. No es por hacer publicidad, pero la famosa low cost Ryanair es de allí y tiene su sede central en la capital irlandesa, por lo tanto podéis imaginar que muy caro ir no suele salir. Si estás en Irlanda del norte puedes ir en autocar en unas 2 horas por unos 10 euros y si estás en la parte este de Gales o Inglaterra puedes tomar un ferry.

Una vez llegas puedes tomar un taxi al centro de la ciudad por unos 30 euros aproximadamente o si prefieres la opción más barata y popular, deberás elegir uno de los numerosos autocares que llevan al centro de Dublín por no más de 11 euros ida y vuelta. Los puestos están nada más salir de la terminal, no tienen mucha perdida porque además hay un puesto de información y personal trabajando.
Una vez en Dublín, si te alojas por el centro, la gran mayoría de atracciones turísticas están relativamente cerca si vas caminando. Aunque si prefieres tomar el bus también te llevará a cualquier rincón de la ciudad, es el medio de transporte público más popular.
Un poco de historia de Irlanda
No me entretendré en explicarte toda su historia, pero sí me gustaría dejar dos pinceladas de porque Irlanda está dividida den dos estados diferentes. Por lo tanto hablaré un poco de la Irlanda contemporánea.
A principios del siglo XX toda la isla de Irlanda estaba controlada por Gran Bretaña. El Imperio Británico estaba en su máxima extensión aunque el principio del fin estaba cerca de producirse.
Para entender la creación de la actual República de Irlanda deberíamos situarnos en plena I Guerra Mundial, el lunes de Pascua de 1916 un grupo de políticos insurrectos toma una parte de Dublín y declara a Irlanda como un estado independiente de Gran Bretaña. La promesa de los británicos de hacer un estatuto irlandés unos años antes de la Gran guerra, se habían quedado pequeña. Este alzamiento liderado por James Connelly y Pádraig Pearse.
Esta pequeña rebelión en un principio no gozó de mucha popularidad, de hecho, al ser detenidos unos días después las autoridades británicas tuvieron que proteger a los líderes irlandeses de la furia de los dublineses que habían sufrido los problemas de la contienda. Pero la ejecución de 15 de los líderes de la insurrección, convirtió a estos pobres diablos en mártires de la noche a la mañana. Una vez más, los británico hicieron un notable error de cálculo que les acabaría costando Irlanda. Este episodio es conocido como la Insurrección de Pascua.
Problemas de verdad para los británicos…
Al acabar la I Guerra Mundial el descontento popular por los incidentes antes ya relatados, sumados la impopularidad de la guerra internacional en la cual muchos irlandeses habían perdido la vida en un sinsentido total y absoluto y un estatuto de autonomía absolutamente deficiente y tardío provocó la conocida Guerra contra el Reino Unido (1919-1921).
En las elecciones de 1918, los republicanos se presentaron bajo el estandarte del Sinn Féin y lograron la gran mayoría de escaños irlandeses. Ignorando al Parlamento de Londres, donde se suponía que debían trabajar, los nuevos diputados del Sinn Féin, muchos de ellos veteranos de la Insurrección de Pascua de 1916, declararon la independencia de Irlanda y formaron la primera Dáil Éireann (Asamblea o Cámara Baja irlandesa), con sede en la Mansion House de Dublín, presidida por Eamon de Valera (1882-1975). Los Voluntarios de Irlanda se convirtieron en el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y el Dáil lo autorizó a luchar contra las tropas británicas en Irlanda.Para vencer se libró una guerra de guerrillas imposible de ganar para los británicos con unas filas irlandesas cada vez más enaltecidas por los refuerzos que regresaban a Irlandas después de la Gran Guerra.
Finalmente se firmó el tratado de independencia de Irlanda, en el cual el Reino Unido otorgaba la independencia a 26 de los 32 condados irlandeses. Reservándose 6 condados, todos ellos situados en la región del Ulster en lo que 50 años después de acabaría convirtiendo en el conflicto de Irlanda del Norte. Además este tratado provocó una gran división entre las filas de los nacionalistas irlandeses. Unos consideraban que el tratado era necesario y era un principio de estado Irlandés muy bueno para sus intereses. Otros en cambio, consideraban que ceder una parte de la isla al Reino Unido era una concesión inconcebible e inaceptable, por lo tanto, se acabó produciendo otro episodio conocido y doloroso para la historia de esta isla, la Guerra Civil Irlandesa (1922-1924).
Como cualquier guerra civil, la guerra acabó con la derrota de la sociedad irlandesa, finalizada por agotamiento se acabó imponiendo la facción protratatado y el famoso Michael Collins, héroe de la guerra de independencia previa, fue asesinado en su Cork natal en una emboscada. Eamon de Valera fue derrotado y fundó un partido político llamado Fianna Fail. obtuvo la mayoría en las elecciones de 1932, que ya no perdería hasta 1948. Mientras tanto, De Valera redactó una nueva Constitución en 1937 que acababa con el odiado juramento de lealtad, reafirmaba la posición especial de la Iglesia católica y volvía a reclamar los seis condados de Irlanda del Norte. En 1948 Irlanda abandonó oficialmente la Commonwealth y se convirtió en una República.
En 1972 la República de Irlanda entró en la Comunidad Económica Europea y a pesar de sufrir de penurias económicas en ocasiones fruto del contexto internacional, a lo largo de las décadas ha ido mejorando notablemente.
A principios de la década de 1990 los fondos europeos ayudaron a arrancar el crecimiento económico. Los incentivos fiscales y laborales han hecho de la isla un sitio muy atractivo para muchas marcas internacionales que deciden situar su sede central en Irlanda. Empresas como Apple, Twitter, Yahoo, Google y un largo etcétera.
El fin de la lucha armada por parte del IRA y la llegada de la paz en Irlanda del norte en 1999 ha ayudado a contribuir a este hecho antes mencionada, además de atraer un número cada vez más notorio de visitantes hacía la isla.
¿Qué ver en Dublín?
Catedral de San Patricio: La ciudad dublinesa tiene dos catedrales, está seria la más grande y también es protestante. Realmente es espectacular tanto por dentro como por fuera. Data del siglo XII y se supone que se construyó cerca del pozo donde San Patricio practicaba las conversiones de las gentes del lugar en el siglo V. La entrada son unos 8 euros y disponen de un audio gratuito a disposición del visitante para conocer más acerca de los monumentos y tumbas que hay en su interior.
Trinity Collage: La Universidad más antigua de toda Irlanda. Se puede visitar su biblioteca pagando una entrada bastante cara, unos 18 euros para ver el famoso libro de Kells. En mi opinión no vale la pena, pero cada uno es libre de hacer lo que considere. Visitar el enorme campus exterior es completamente gratuito. El Libro de Kells es un antiguo manuscrito ilustrado a mano por los monjes del monasterio del mismo nombre. Se puede visitar junto con una exposiciones de otros manuscritos pintados a manos de temática religiosa.
Castillo de Dublín: En pleno centro de Dublín el Castillo es la verdadera cuna de la misma ciudad. De su pasado medieval queda más bien poco más que la torre. Se puede pagar la entrada para verlo por dentro pero realmente no vale la pena, ya que es bastante más espectacular visto desde fuera. Antiguamente utilizado como lugar de asentamiento de los vikingos, fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia Irlandés, y sede de la Administración Inglesa en Irlanda, el Castillo de Dublín es utilizado hoy en día como lugar para la celebración de las recepciones estatales.
Catedral de la Santísima Trinidad: la otra catedral de la ciudad, la entrada son unos 8 euros y es algo más pequeña que la de San Patricio. Interesante visitar su cripta y su tesoro, la verdad que merece la pena. Encontré que su fachada exterior rodeada por un jardín la hace preciosa, encantadora.
Temple Bar: Es el barrio mas canalla y conocido por los turistas en todo Dublín. Aquí encontrarás los más famosos pubs irlandeses, aunque la visita de tanto turista ha hecho que pierda su autenticidad y veas pocos autóctonos en el lugar, los cuales prefieren lugares más auténticos y con precios menos inflados. De igual modo, si eres extranjero y estás visitando Dublín creo que es una parada obligatoria y yo disfruté de los pubs de la zona como un enano. Hacen música en directo y la verdad es que los bares tienen un ambiente genial y acogedor. También puedes ir a otros pubs más auténticos anejándote de la zona de Temple Bar. A mí me gustó mucho uno que se llama The Church, cuyo nombre viene dado porque era una antigua iglesia ahora convertida en pub-restaurante.
Pinacoteca Nacional de Dublín: Una visita imprescindible si eres amante del arte. Aquí podrás encontrar desde artistas internacionales como Picasso, el Greco, Velazquez, Rembrandt, como artistas irlandeses desde la época moderna hasta nuestros tiempos. Vale la mucho la pena, entre otras cosas porque es gratuito y la colección es digna de visitar.
Guiness Storehouse: Muchas personas deciden visitar la fábrica de la cerveza más importante de toda Irlanda, la famosa Guiness. Cabe decir que la entrada es bastante cara, ronda los 30 euros y aunque uno aprecia su sabor, prefiero valorarla más en un pub irlandés que no visitando la fábrica. Aún así, hago mención de este lugar porque es uno de los más visitados de todo Dublín.
Biblioteca Chester Beatty: infinitamente más recomendable que la del Trinity Collage, para empezar porque es gratis y en segundo lugar porque alberga una colección única de objetos y libros orientales. Si te va el arte japonés, otomano o asiático en general, este es tu museo. Esta justo detrás del mismo Castillo de Dublín, no tiene perdida. Es una visita que no os decepcionará.
Recorrer sus calles: Dejarse llevar por su ambiente, pasear por las calles de Temple Bar un viernes por la noche, dejarse caer por algunos de sus grandes parques como el Fénix… creo que forma parte del gran encanto de Dublín. Encontré una ciudad muy acogedora, con gente bastante amable y segura. Visita la famosa estatua de Molly Malone y déjate empapar por su leyenda. La ciudad es encantadora y se nota que es la cuna de aquellos irlandeses que luego fueron a Nueva York, porque la famosa ciudad estadounidense tiene barrios que me recuerdan a Dublín. Recuerda que aquí ofrecemos una pequeña selección de entre todo lo que ofrece Dublín, no dudes en buscar más lugares de interés en las guías de viaje.
¿Qué puedo visitar desde Dublín?
Belfast y la Calzada del gigante: contraté esta excursión de un día completo y valió la pena. Las dos localizaciones se sitúan en Irlanda del Norte. El paso de gigantes tiene una leyenda divertida detrás y se sitúa en la parte norte de la isla, no es la zona más al norte pero casi. En la excursión contratada primero visitamos por la mañana esta localización y pude comprobar los acantilados y las extrañas formaciones rocosas que se dan en el lugar. Por la tarde, llegamos a la capital de Irlanda del Norte, Belfast. Actualmente pacificada pero con un pasado reciente muy dramático y politizado. Hice el tour político y visité los famosos muros reivindicativos. Después pasee por sus calles centrales y me dejé llevar por las mareas de gente que recorrían sus calles peatonales llenas de tiendas y luces de navidad. Realmente valió la pena, empiezas de buena mañana y vuelves sobre las 19:00h aproximadamente.
Acantilados Moher: a unas 3 horas y media en coche desde la capital irlandesa, vale la pena ir aunque sea en una excursión organizada o por tu cuenta si dispones de los días suficientes. Las vistas son espectaculares. Los acantilados se sitúan en la zona oeste de la isla. Se trata de una de las excursiones más solicitadas por aquellos que visitan Dublín.
Como siempre acabamos la entrada dejando fotos de los lugares mencionados anteriormente, espero que os haya despertado el interés para visitar esta fascinante capital. ¡Cualquier duda o comentario siempre será bien recibido, gracias por leernos!