Es una de las ciudades más espectaculares que podrás visitar en tu viaje a la India, su fortaleza inexpugnable data del siglo XV. Además la ciudad tiene otras atracciones que visitar. Para nosotros fue la ciudad más completa de todas y tenemos grandes recuerdos de ella.
¿Que visitar en la ciudad azul?
Llegamos a la ciudad bastante exhaustos después de pasar la noche en el desierto y sin poder ducharnos, la verdad es que dentro del coche hacía olor a cuadra y la calor del lugar no ayudaba. Pero después del largo recorrido en coche hasta llegar a la ciudad de Jodhpur debíamos aprovechar a hacer algunas visitas antes que cayera la noche y cerraran los museos y palacios. Así que primero visitamos la Tumba de Jaswant Hada, un precioso palacio-mausoleo que se debe visitar antes del fuerte si llegas desde la carretera sur de la ciudad. No es el típico mausoleo oscuro y siniestro, sino todo lo contrario es un palacio lleno de jardines, con mucha alegría y unas vistas impresionantes, salvo las del fuerte, se puede decir que son las segundas mejores de la ciudad.
Después de esta visita, queda la visita obligatoria en esta ciudad, la Fortaleza. La fortaleza de Jodhpur data del siglo XV y según cuentan jamás llegó a ser tomada por la fuerza, por lo tanto se mantuvo inexpugnable toda su historia. Además ya solo cuando entras por la impresionante rampa de entrada a la ciudadela te das cuenta del poderoso sistema defensivo que tenía. Muchas de estas ciudades tenían una rampa que daba acceso a la fortaleza pero antes de llegar a la puerta debías girar a la izquierda o derecha donde se encuentra la puerta principal. Esto es así porque de esta manera los ejércitos invasores que utilizaban elefantes no podían cargar contra la puerta subiendo la rampa a toda velocidad, puesto que antes de llegar a la puerta debían dar un giro bastante cerrado perdiendo así velocidad y fuerza.
Visitar todo el fuerte te puede llevar tranquilamente más de dos horas y media puesto que hay diversos palacios a distintos niveles y debes ir subiendo cada vez más. De hecho, en un día caluroso visitar el fuerte exige un mínimo de preparación física para poder aguantar toda la visita en condiciones. Nosotros llevábamos un audio guía que nos venía con la entrada y la verdad es que lo pudimos disfrutar porque nos explicaba que era cada patio o sala en la que nos encontrábamos. Desde la fortaleza se podían disfrutar de unas preciosas vistas y ver las impresionantes casas azules que han dado el sobrenombre a Jodhpur como la ciudad azul.
Visitada la fortaleza nuestro chofer nos llevó a un parque enorme llamado Mandore Gardens que tiene la ciudad. El parque es precioso y además tiene templos muy antiguos, son parques al estilo asiático, es decir, de aquellos donde te puedes perder más de 4 horas y aún no lo has visto entero. Nos encantó especialmente los templos antiguos y los monos que vimos por el lugar. Estos monos indios, los primeros que vimos durante el viaje, eran de lo más peculiares porque eran blancos con la cara negra y una especie de barba que les daba un aspecto muy gracioso. Aunque tienen bastante mala leche (que sorpresa verdad?) puesto que uno se me encaró de forma agresiva cuando solo intentaba hacerle una foto. 🙂
Una vez acabada la visita al parque compramos algunos recuerdos en el mismo lugar y nos dirigimos hacía nuestro hotel para descargar las cosas y poder tomar una ducha en condiciones. Nos encantó nuestro hotel, era un antigua Haveli convertida en hotel con todo el encanto del mundo. Nuestra habitación parecía sacada directamente de unos de los relatos de las mil y una noches. Después de descansar durante una hora y ducharnos, salimos a visitar el centro de la ciudad por la noche. El centro de la ciudad se articula alrededor de una gran plaza presidida por una enorme torre conocida como la Torre del Reloj. Nuestro hotel estaba muy cerca y nos brindó la oportunidad de pasear en diversas ocasiones y visitar el mercado que se asentaba por la zona. Allí compramos ciertos artículos entre ellos un tés y especies en una tienda de gran prestigio del lugar, así que ya teníamos las preciadas especies de oriente que tanto nos gustan a la hora de condimentar la comida en casa.
En esta entrada os vamos a dejar bastantes fotos puesto que la ciudad lo merece. Aún así, nos dejamos otras muy chulas para no saturar el límite de espacio que tenemos contratado con el servidor web. Nuestra siguiente entrada hablará sobre nuestra visita a Raknapur y Udaipur, las podrás descubrir próximanente!