Cuando visites Kioto debes guardarte una mañana para escaparte hacia Nara, una población que tiene un gran tesoro que ofrecer. ¡Visitar el edificio de madera más grande del mundo rodeado por un parque lleno de ciervos! Esta es una de las excursiones »obligatorias» a las afueras de Kioto que no debes perderte.
Con el Japan Rail Pass activado, puedes acercarte de buena mañana a la estación central de Kioto y solicitar un billete para Nara, normalmente hay asientos disponibles y no hace falta reservar con antelación, aunque si eres de los que le gusta tener todo bien planificado, puedes pasarte un día antes y pedir tu billete a Nara. Moverte con el Japan Rail Pass por todo Japón es muy sencillo, aunque algún día dedicaré una entrada especial para hablar del tema. La excursión de Nara se puede combinar también con el Fushimi Inari Taisha, ya que están en la misma línea de JR.
Una vez en Nara, solo tuvimos que seguir al gran grueso de personas que había allí, ya que todos íbamos hacía el mismo lugar, el popular templo de Todaiji. La ruta puede llevarte tranquilamente 30 minutos. Allí encontrarás un buda enorme que llena parte del interior con su imponente estatura de 16 metros. Además veras que hay un pilar de madera con un agujero por el que los más intrépidos (y delgados) pasan. Se dice que solo los puro de alma pueden pasar a través de él. Yo pude pasar en 2008 pero en 2016 me fue imposible, será que ya no soy puro de corazón. 🙂
A las afueras del templo hay un parque que tendrás que cruzar sí o sí para llegar al mismo y aquí creo que está el mayor encanto de la visita. Es un parque precioso y enorme donde habitan ciervos que viven de pedir galletas a los turistas que vamos a visitar el templo. Parece ser que los ciervos sika, son protegidos oficialmente como tesoros nacionales y considerados como mensajeros de los dioses por el sintoísmo. Un hombre japonés muy amable nos enseñó como hacerles subir y bajar la cabeza, como haciendo una reverencia cuando tienes una galleta en la mano. Susana llegó a pasarlo mal cuando vio que un ejército de ciervos le perseguía, pero no son nada peligrosos, solo te persiguen hasta que les hayas dado todas las galletas que tienes. La verdad es que la visita merece mucho la pena y lo pasaréis en grande. Si dispones de más tiempo podéis hacer otras visitas en Nara como por ejemplo:
–Santuario Kusuga Taisha.
-El jardín Isui-en
–Nan-en do, una pagoda de 5 niveles.
La visita completa te puede llevar más de una mañana, pero creo que te encantará. A mí me gustó tanto la visita de 2008 que decidí que en este nuevo viaje repetiría la excursión.