Si has elegido viajar a Tanzania es muy probable que sea para ver la naturaleza y los animales. Después de algo más de una semana en la isla de Zanzíbar relajándote, ahora toca ir a la búsqueda de los grandes felinos del Serengeti. Visitamos algunos de los parques naturales más impresionantes de toda África, y por ende, de todo el mundo. En la primera parte de los parques nacionales, hablaremos de nuestro safari por los parques Tarangire y Manyara…
¿Cómo contratar un safari?
Tienes diversas maneras de contratar un safari por Tanzania. Antes que nada quisiera advertiros que los safaris en Tanzania (y en general en toda África) suelen tener precios desorbitados. Recuerda que un viaje a Tanzania no es un viaje precisamente barato, más bien uno de los más caros que puedas realizar. Como siempre, la calidad del servicio irá ligado a la cantidad que pagues. Tanto pagas tanto obtienes, así que recuerda que si encuentras un precio demasiado barato en comparación con otras compañías, desconfía.
Para contratar el safari puedes hacerlo a través de internet, antes de viajar a Tanzania o puedes contratarlo en la misma ciudad de Arusha.
Después de mucho indagar y preguntar presupuestos, nos decantamos por la primera opción. La compañía que elegimos fue Rhino Explorer Safaris, una empresa de la cual no acabamos demasiado contentos y que por lo tanto no recomendamos, ya que aunque el safari fue genial hubo cosas que no nos gustaron en absoluto.
Los presupuestos suelen ser muy por encima del presupuesto de la mayoría de mortales, así que preparaos para oír cifras exorbitantes cuando pidáis presupuesto. Nosotros encontramos una web muy útil para encontrar buenos precios bookallsafaris.com y ver diferentes opciones. En todo caso, siempre investigar sobre esa compañía en Tripadvisor, hay mucha empresa estafadora en Tanzania y luego allí no te protegerá nadie. Se han dado casos de turistas estafados, que después de pagar miles de euros se encuentran que allí su safari no existe. Por lo tanto, mirad bien con qué compañía estáis hablando.
En nuestro caso fueron 9 días de safari por unos 1200€ por cabeza. Es un precio realmente bueno, no es lo normal, también cabe decir que nuestra compañía tenía cosas que dejaba que desear. Lo normal es que por 5 o 6 días de safari os pidan unos 2200 euros por cabeza sin despeinarse. Como el precio nos pareció sorprendentemente bueno, investigamos mucho acerca de la compañía pero en Tripadvisor todo el mundo hablaba genial de ellos. Así que nos decantamos por ellos. Más adelante cuando describa nuestro safari, iré diciendo qué cosas no nos gustaron nada, pero en general salió bien el invento, así que tuvimos bastante suerte.
Nuestro Safari de 9 días incluía la visita de los parques del norte de Tanzania en el siguiente orden. Manyara, Tarangire, Serengeti, Ngorongoro. También dentro del pack, debes contar que incluye el guía y el cocinero que irá contigo durante el recorrido por los diversos parques. También debes tener en cuenta que no incluye la obligatoria propina que deberás dar al personal. Ten en cuenta que entre una cosa y otra deberás dar como mínimo unos 100 euros en propinas o más para el cocinero y el guía.

Safari de 9 días
Después de estar más de una semana en Zanzíbar llegamos a Arusha (ciudad continental en la cual empiezan los safaris). Para realizar el transporte utilizamos un vuelo con la compañía flightlink. Era un avión pequeño pero todo fue perfecto.
A nuestra llegada nos esperaba un conductor de nuestra compañía que nos llevó al hotel donde pasaríamos la noche antes de iniciar el safari a la mañana siguiente. Este señor trabajaba para el dueño de la compañía que habíamos contratado. Nuestra sorpresa fue cuando llegamos al hotel que nos pidió hacer el pago del total de nuestro tour en efectivo. Aquí empezó el primer problema ya que eso no es lo que habíamos acordado. Imaginad pagar más de dos mil euros en efectivo, yo le dije que eso no es lo que habíamos hablando con Dani el dueño de la compañía. Al final y después de llamar a Dani llegaron a la conclusión que les pagase en efectivo 800 euros y el resto lo haría por tarjeta al día siguiente.
Al día siguiente empezaba nuestro tour, nos vino a recoger la misma persona que habíamos visto el día anterior. A Dani nunca lo llegamos a ver en ningún momento. Nos dijo que ya pagaríamos el resto al final del safari y que nos debíamos poner en el marcha para visitar el primer parque nacional llamado Manyara donde hay unos lagos impresionantes.
La gran experiencia que brinda un safaris es que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento, por lo tanto, uno tiene que ir con la mente abierta a cualquier animal o acontecimiento que la madre naturaleza te quiera brindar, ello te hace estar atento y presente constantemente y hace que el tiempo transcurra muy rápido. ¡Agradece todo lo que veas por cada instante es único!
Pasaré de describir todas las sensaciones que tuvimos, pero no nos pintó nada bien cuando ya para comenzar tardas tanto en llegar al sitio. Si algo aprendimos en Sudáfrica es que un safari se debe empezar muy pronto, nosotros cuando nos dijo que nos recogería a las 8 de la mañana, pensamos que teníamos el parque al lado del hotel por así decirlo. Entre una cosa y otra llegamos a las 11 y allá nos juntaron con otro grupo de personas que no nos esperaban en absoluto. El conductor era un desastre, mirando el móvil constantemente y no tenía ni idea de los animales que allí estábamos viendo. El parque era precioso, impresionante. Se pueden contemplar a los flamingos en el lago Manyara. No pudimos ver ningún gran felino, pero vimos toda clase de animales, entre ellos un búfalo al lado del mismo coche.
A la hora de comer el conductor no tenía nuestra comida, además Susana es vegetariana y le habíamos insistido a Dani que tuviera ese factor en cuenta. Pero debes recordar amigo/a que esto es Tanzania y aquí la gente se pasa la palabra dada por donde sale el sol.
Total que el conductor nos dio su comida para compartir entre los dos. Menos mal que con nosotros venía un chico indio, con el cual entablamos amistad y compartió muy amablemente con Susana su comida también. Este mundo esta lleno de buena gente. En los safaris hay mucha hermandad entre los viajeros, porque es una auténtica aventura y a muchos viajeros les pasan cosas raras con sus compañías, por lo tanto ayudarse entre nosotros es algo muy útil. Lo pude comprobar a lo largo de todo el viaje.
La visita del parque acabó sobre las 15:00h de la tarde, se nos hizo corta y nuestro conductor nos dejó en un campamento diferente al pactado, además nos dijo que al día siguiente tendríamos otro conductor y nuestro recorrido sería diferente. El conductor nos dejó allí y se largó. Hablamos con Dani a través de Whatsapp y nos había cambiado el recorrido. Nos sentimos bastante desamparados. En mitad de Tanzania, esperando que llegase nuestro cocinero para poder cenar esa noche en el campamento y cruzando los dedos para que fuese verdad de que al día siguiente tendríamos nuevo conductor. Me supo muy mal por Susana, la cual sufrió la incertidumbre lógica del momento. En ocasiones como esta me culpo a mí mismo de meterla en estas aventuras.
Cuando algo no puede ir peor, simplemente debes esperar a que el viento sople a favor. Así fue para nosotros, por la noche apareció el cocinero un chico joven muy amable pero que hablaba un inglés terrible. Nos cocinó con mucho mimo y tuvo en cuenta la condición de vegetariana de Susana. Al día siguiente apareció nuestro conductor, un tipo genial y simpático llamado Patrick. Nada más conocerlo supimos que nuestra suerte acababa de cambiar.
Patrick es un chico de unos 35-40 años muy majo, experto en safaris que con su particular vehículo había recorrido todos los parques del país africano. Un hombre de aventura, que nos transmitió confianza y buen royo desde el primer momento. Él salvó por completo nuestro safari y lo convirtió en una experiencia inolvidable.
Además tuvimos la suerte que ese día no compartiríamos el coche con nadie más, así que nos fuimos a visitar el siguiente parque que teníamos en nuestra ruta, el parque Nacional del Tarangire. Allá pudimos ver nuestros primeros leones (a mucha distancia), pero sobretodo de grandes espacios abiertos que quitan el aliento. Encuentro que los paisajes en África son de los más bellos que uno puede contemplar. Además Patrick demostró ser un crack absoluto al volante, ya que conducir por esos parques no es nada fácil, primero necesitas un buen coche que te permita meterte por caminos inexistentes y segundo, necesitas la pericia y la experiencia para poder hacerlo con éxito.
En resumidas cuentas, el parque de Tarangire, más allá de todos los animales que puedas observar, lo más impresionante que ofrece son los grandes espacios abiertos desde los miradores estratégicamente preparados donde podrás contemplar la majestuosidad de la naturaleza. ¿Y los grandes felinos? No pudimos ver leones cerca está vez, pero pudimos ver un leopardo en un árbol, fue una experiencia muy gratificante ya que son muy difíciles de ver.
Al volver mientras caía el sol, vimos que había un auténtico mercado Masai en la carretera y Patrick dijo de parar, pudimos observar que un día a la semana (creo que eran los jueves) los masai de diferentes poblados quedan en un punto en concreto para montar un enorme mercadillo, se venden animales, piezas de ropa, artilugios de todo tipo y esto sí que es propiamente masai y no lo que muchas veces nos venden a los turistas.
Empieza la aventura en el Serengeti
Al día siguiente nos levantamos para ir al Serengeti, esta vez no haríamos noche en un campamento a las afueras del parque, está vez iríamos con todos los bártulos en el 4×4 de Patrick y haríamos noche en uno de los lugares más mágicos y extraños donde hayamos podido dormir jamás. Por cierto, el coche de Patrick era una pasada, todo el mundo se lo quería comprar pero él nos dijo que estaba muy ligado a ese coche y habían pasado por mucho juntos. Es un 4×4 bien extraño, antiguo pero en perfectísimo estado, preparado para la aventura.
No todos los días te despiertas para ir al Serengeti, por lo tanto ese día Susana y yo, estábamos emocionados como niños pequeños que van a ir a Disneyland. Después de haber visitado algunos parques naturales tanto en Tanzania como en Sudáfrica te haces una idea de lo que es un parque natural y lo que puedes esperar de él. Craso error, el Serengeti es la madre del cordero de todos los parques, más grande de lo que la mente puede imaginar, si has estado alguna vez entenderás que trato de explicar.
En la siguiente entrada continuaremos con el Serengeti, como siempre os dejamos una selección de fotos…