Para los que no sepan, el Studio Ghibli ha producido muchísimas películas de animación como Mi vecino Totoro, la Princesa Mononoke, el Castillo en el cielo… Siempre hechas con el encanto y buen gusto del maestro Hayao Miyazaki. Además la banda sonora de estas películas están producidas por el genio Joe Hisaishi todo un maestro y que a mí personalmente me encanta. Seas o no fan de las películas producidas por el Studio Ghibli, el museo es uno de esos lugares mágicos que grandes y pequeños no deben perderse si están por Japón.
Lo primero que has de saber es que entrar en el Museo Ghibli no es tan fácil como un museo convencional. Tienes que comprar las entradas con muchísima antelación ya que el recinto tiene un límite de personas por día y de esas visitas solo un pequeño margen es para extranjeros. Nosotros (los extranjeros) debemos comprar las entradas desde alguna página oficial que maneja el tema para España. En caso de que no tengan entradas para las fechas que uno quiere, deberemos acudir a la reventa. Esta reventa es en su mayoría japoneses que compran la entrada por ti en cualquier máquina de supermercado de Tokio donde las puedes adquirirlas y te las revenden por el doble o triple de precio. Nosotros por ejemplo llegamos a pagar 20€ por cabeza cuando la entrada vale 10€, únicamente porque no pudimos comprarlas para las fechas que teníamos disponibles por el canal oficial. Pero incluso hay personas que pagan 60€ o más para poder entrar.
Además el museo tiene unos horarios muy limitados y cierra durante varios meses al año para poder renovar las nuevas exposiciones, vamos que es posible que vayas a Japón y no puedas visitar el Museo Ghibli. A mí ya me pasó la primera vez que fui y esta vez decidí que iba a ir a cualquier precio.
Para llegar al Museo Ghibli desde Tokio debes tomar el tren línea Sobu y llegarás a Mitaka la población cercana a Tokio que alberga el museo, nada más salir de la estación de tren te encontrarás con la parada de bus Ghibli que te llevará al museo, si deseas tomarlo. Nosotros decidimos ir andando para ver un poco los alrededores. Creo que el coste del bus es gratis o muy barato si tienes tus entradas para el Museo Ghibli.
Hacía poco que habían abierto el museo de nuevo y estrenaban una nueva exposición, un gato bus ¡donde los mayores podían meterse! Una vez hecha la cola reglamentaria entramos y y con la entrada te dan una especie de negativo de un corto exclusivo de Ghibli que podrás visualizar en el cine del museo. A nosotros nos tocó un corto sobre Totoro, toda una suerte porque a Susana es la película que más le gusta sin lugar a dudas, ella es super fan del gato más famoso del Studio Ghibli.
Todo el museo está dedicado a las diferentes películas del Studio Ghibli y si eres un fan no dejarás de encontrar guiños a estas. La tienda ofrece productos exclusivos de Ghibli, nosotros compramos un puzzle y un peluche de Totoro. Dentro del museo no se pueden hacer fotografías pero yo me salté un poco la regla e hice unas cuantas fotos para tenerlas de recuerdo. En el museo también encontrarás un sin fin de curiosidades sobre el autor de las películas (Miyazaki), como un montón de dibujos hechos a mano o una recreación del estudio donde él solía trabajar.
El museo es bastante pequeño pero puedes alargar tu visita unas 3 horas aproximadamente incluida la proyección del corto. Piensa que tu estancia allá también tiene un límite y debes salir para que los visitantes que tienen una hora de entrada posterior a ti puedan entrar. Aunque también puedes estar un buen tiempo tomando uno de los deliciosos cafés que preparan en la cafetería del museo.
En el techo del propio museo puedes hacerte una foto con el robot que sale en la animación El Castillo en el cielo. La verdad es que todo el decorado y las piezas que se exhiben son de gran calidad y mientras estás en museo parece que te transportes a otro mundo, la verdad es que han hecho un gran trabajo de montaje y merece la pena visitarlo seas o no fan de las películas.
