La capital de Croacia ofrece una serie de visitas interesantes a la vez que un clima agradable y acogedor. Sorprende ver que no sea una de las localizaciones más visitadas del país.
¿Cómo llegar y moverse por Zagreb?
Zagreb suele ofrecer la entrada en avión más barata de todo el país, ya que como he comentado antes, no es una de las localizaciones más turísticas del país.
La capital de Croacia no es demasiado extensa y ello permite llegar a los principales puntos turísticos simplemente caminando. Pero también ofrece una amplia red de transporte donde el tranvía se alza con la primacía, dado lo práctico y fácil que resulta su utilización. Puedes comprar billetes de transporte para bus, metro o tranvía en cualquier quiosco de la ciudad, no suele ser caro, e incluso puedes comprar tarjetas con más de un billete.
Como he comentado, la ciudad al no ser especialmente grande, se puede ver perfectamente si le dedicamos dos días completos. Además desde la misma Zagreb se pueden hacer visitas interesantes para visitar otras ciudades o lagos, por lo tanto puedes utilizarse como »cuartel general» de operaciones para ir visitando otras localizaciones del país. No es una ciudad especialmente cara y aunque fuimos en periodo de Covid-19, que todo lo ha desvirtuado, creo que el equilibrio entre turismo y gente local está muy bien compensado para ser una capital.
¿Qué ver en Zagreb?
Catedral de Zagreb: Se trata de un edificio que data originalmente del siglo XI, pero que un terremoto obligó a reconstruir desde prácticamente cero en el siglo XIX. Nosotros tuvimos la mala suerte de no poder acceder, dado que había ocurrido un terremoto unos meses antes destruyendo parte de la cúpula y la torre.
Iglesia de San Marcos: Símbolo de la misma Croacia, al lado mismo de los edificios gubernamentales más importantes de Croacia en pleno corazón de la ciudad. El tejado es lo más característico de esta edificación. Su particular decoración no deja indiferente a nadie.
Cementerio de Mirogoj: Merece la pena, un paseo a las afueras de la ciudad. La entrada que data del siglo XIX es realmente espectacular. Debido al terremoto que sufrió la ciudad en el pasado mes de mayo, muchas de las tumbas y panteones sufrían desperfectos importantes. Se puede llegar fácilmente en bus, tomándolo desde la plaza de la catedral y se tarda unos 15 minutos.
Calle Tkalcica: Se trata de una calle en pleno centro de la ciudad, llena de comercios, bares y restaurantes para deleitar a los turistas. Es un lugar encantador y se puede pasar a cualquier hora del día. De noche, se convierte en un lugar ambientado para el ocio nocturno.
Mercado Dolac: Mercado al aire libre situado muy cerca de la catedral. Por las mañanas se puede degustar la comida local en sus puestos. Observando los productos frescos que venden uno puede intuir la base de su gastronomía. También suelen vender productos artesanales.
Plaza Ban Jelačić: Centro de vida económica y social de la ciudad. Punto de encuentro tanto para locales como visitantes, se pueden encontrar muchos bares, restaurantes y cómo no, también las marcas comerciales com mayor tirada que siempre tienen presencia en cualquier capital del mundo que se precie.
La Herradura Verde: Se trata de un agradable paseo en el mismo centro de la urbe. Un pequeño pulmón verde que sirve a los ciudadanos como vía de escape. No es excesivamente grande, pero sí es de agradecer un poco de naturaleza en medio de la ciudad. Cuando nosotros estuvimos habían puestos de comida e incluso un escenario para hacer conciertos.
Museo de las ilusiones: Un pequeño y a la vez original museo bastante visitado. Aquí podrás encontrar ilusiones ópticas de todo tipo en las cuales disfrutarás haciéndote fotos. El museo hace prácticamente imprescindible que lo visites en compañía para poder disfrutarlo al máximo.
Museo de las relaciones rotas: según tripadvisor, es la atracción más visitada de la ciudad. Un museo extraño pero a la vez muy original. Se trata de una colección hecha por donaciones de personas anónimas que a través de un objeto personal narran la ruptura de una relación. Normalmente habla de relaciones sentimentales pero hay también de amistad o familiares. Entramos con las expectativas bajas y salimos muy convencidos, nos gustó bastante. Junto al objeto puedes usar la guía que te han proporcionado en la entrada en el idioma deseado para poder entender la relación del objeto con la persona. Había historias de todo tipo, tristes, muy tristes y algunas realmente divertidas y hasta esperanzadoras ¡Qué cierto es que las personas ponemos nuestras emociones en los objetos y les dotamos de vida propia! Y cuando una relación se acaba, siempre algo se pierde en nosotros, pero como dijo el famoso poeta Garcilaso, »las penas de un amor se curan con otro amor» 🙂 El precio de entrada al cambio son unos 5 euros, hacen descuento para estudiantes y vale la pena visitarlo.
La ciudad nos sorprendió como hemos comentado anteriormente, ya que llegamos con las expectativas bajas dado que Zagreb no suele ser uno de los destinos predilectos de los turistas que visitan Croacia. Por ello, la sensación de felicidad viajera fue enorme al encontrar un lugar encantador y menos solicito que otros lugares más tradicionales. En la ciudad reina un ambiente entre desenfadado y tranquilo que la hace irresistible como para al menos dedicarle un par de días. Aquí os dejamos algunas fotos más para completar esta entrada.