Muchas veces nos fijamos en las famosas islas del Sudeste asiático o del Caribe cuando pensamos en una playa de postal y olvidamos la preciosa Zanzíbar situada en la parte más oriental del continente Africano. Un par de fotos bastaría para convencerte de que esta isla debe ser tu próximo destino, pero en Tejerutas te hemos preparado un post para descubrir casi todo lo que esconde esta isla.
¿Cuántos días pasar en Zanzíbar?
Nosotros estuvimos visitando la isla nueve días. Primero de oeste a norte y después de norte a sur para finalmente acabar visitando la costa este. El tiempo que pases dependerá de tu propio interés y tu disponibilidad. Muchas personas visitan Zanzíbar en su parte final del viaje a Tanzania, para pasar unos días (no más de tres) en Stone Town y poder disfrutar de alguna de sus playas paradisíacas. Pero nosotros consideramos que si realmente quieres captar la esencia de la isla, dediques al menos seis días.
Stone Town la podrás ver en un día, pero después puedes ir al norte y pasar allá unos cuantos días en la encantadora población costera llamada Nungwi. Esta población tiene la mejor playa que nosotros visitamos y además es un lugar bastante turístico donde no te faltará absolutamente de nada.
Al sur puedes encontrar las mejores playas para avistar delfines, práctica que después de probarla no te recomendamos si aprecias los animales. Y finalmente en la costa este puedes encontrar una de las mejores playas de toda Zanzíbar, Page.

Este mapa de la isla de Zanzíbar muestra las principales poblaciones
¿Cómo moverse?
Hay dos opciones principalmente. Una es con un clásico taxi, podrás contratarlos en cualquier hotel o hablando por la calle con los miles de conductores que se ofrecerán para llevarte de un punto a otro de la isla.
Si lo negocias tú mismo, suele salir más barato que a través de un hotel. Normalmente por unos 35 dólares tendrás taxi. Negociar siempre el precio antes de tomarlo. Después, para los más aventureros tenéis la opción del transporte público, el famoso Dala-Dala, nosotros no nos atrevimos a tomar este transporte en Zanzíbar (sí lo haríamos más tarde en Tanzania), puesto que íbamos con las maletas y hubiese sido un engorro. Además, es la opción más barata, por unos 50 céntimos puedes llegar a cualquier punto de la isla.
¿Qué ver en Zanzíbar?
Dividiré esta parte según las poblaciones que visitamos.
(Oeste) Zanzíbar-Stone Town: La capital de Zanzíbar y lugar de entrada a la isla. Merece mucho la pena visitar el casco antiguo, es decir, Stone Town. Allá encontrarás entre sus desordenadas calles la historia de esta isla. Una historia no siempre alegre, sino más bien todo lo contrario. Durante el siglo XVII gentes de la Península Arábica fueron a la isla de Zanzíbar. Hicieron de la isla un territorio satélite al sultanato de Omán y esclavizaron a los habitantes locales de etnia negra. Así pues, Zanzíbar se convirtió entre los siglos XVII y XIX en un importante centro esclavista.
Fruto de este pasado esclavista, la isla conserva un museo sobre esta mala práctica en el centro de Stone Town y donde también podrás ver las antiguas prisiones, así como una exposición que habla de la esclavitud de Zanzíbar, de África y del mundo en general. En este reciento se hacía el mercado de esclavos. La exposición hace una reflexión sobre las diferentes formas de esclavitud que desgraciadamente perduran hoy en día en el mundo.
Desde Stone Town podrás hacer la excursión más famosa posiblemente de toda la isla. Visitar Prison Islan y sus maravillosas tortugas gigantes de las islas Seychelles. Estas tortugas gigantes no son originales de África, fue el sultán que las trajo en el siglo XIX después de verlas en las islas Seychelles como invitado. Llegan a vivir cerca de 200 años. De hecho, la más mayor de todas tenía 194 años, echad cálculos de todo lo que ha llegado a ver este animal a lo largo de los tres siglos que ha visto pasar mientras degustaba un trozo de lechuga.
La visita merece la pena, hay gente que critica las malas condiciones en las que están las tortugas, nosotros no encontramos que estuviesen en malas condiciones en absoluto, tienen espacio y las cuidan. Te puedes hacer fotos con ellas, eso sí, no las molestes mucho, ya que son seres vivos y como tales merecen respeto. Además, es muy divertido darles de comer lechuga, se lanzan como locas. Después de visitar este enclave y el edificio donde tenían a los esclavos en esta isla, nos llevaron a un paraíso terrenal, la isla de Nakupenda que en Suajili quiere decir »Te quiero».
Se trata de un pequeño banco de arena rodeado de aguas cristalinas donde podrás pasar unas horas. Es la clásica isla de postal, que crees que no existen de verdad. Todos los turistas que estábamos allá nos quedamos maravillados. Nosotros llegamos pronto y no encontramos a mucha gente, puedes bañarte y recorrer la isla tranquilamente a tu ritmo, mientras tu guía prepara la comida (principalmente marisco) que degustarás después. Vamos, algo así en Europa saldría por un ojo de la cara y a nosotros nos salió sobre unos 50 dólares al cambio para dos personas todo incluido. Un auténtico lujo.
Una vez de vuelta en Stone Town puedes seguir visitando lugares de interés como por ejemplo el famoso mercado local. Dónde encontrarás todo tipo de productos, sobretodo relacionados con el mar y condimentos.
Desde Stone Town también puedes visitar la casa donde vivió de niño Freddy Mercury. Una parada obligatoria para todos los amantes del Rock y la buena música. Además, también merece perderse por las calles de Stone Town y acabar tus tardes en la bahía viendo las impresionantes puestas de sol. Yo no he visto mejores.
(Norte) Nungwi: Esta población dos horas al norte de Stone Town, es un enclave turístico de primer orden. Hay un montón de restaurantes (normalmente regentados por italianos) alrededor de la playa.
Pero el hecho de que haya turismo no ha roto el equilibrio, sigue siendo un lugar muy Pole Pole, como les gusta decir a los nativos, es decir donde se vive la vida muy poco a poco, con tranquilidad. Además, podrás ver a los Massai jugando en la playa o vendiendo objetos. Desde esta población puedes contratar excursiones interesantes, como la propia excursión a Prison Island, avistamiento de delfines o hacer snorkeling.
Nosotros hicimos la salida a los delfines y después a hacer un poco de snorkeling en un enclave al oeste de la isla. La verdad es que el snorkeling en el agua cristalina fue genial, pero lo de bañarse con delfines no lo volveríamos a contratar. Se trata de una práctica poco cuidadosa con los propios animales. Ya que se concentran un montón de barcas allá donde hay delfines y se les acorrala para que los turistas salten al agua en el momento que los tienen cerca. No se les hace daño, pero se les estresa de sobremanera, creemos que como turistas no deberíamos fomentar estas prácticas. Nosotros la hicimos porque no sabíamos lo que era.
Además, tienes que ser bastante buen nadador para lanzarte al agua en alta mar y intentar perseguir a los delfines, las corrientes son fuertes y a veces no tienes fuerzas para llegar a tu propia barca puesto que se ha alejado un montón. Si eso te pasa, no lo dudes, pide de subirte en otra barca, lo harán encantados, soy testigo de ello 🙂
Logré grabar a los delfines bajo el mar durante un rato y poder verlos fue una experiencia magnífica, pero el problema es que se estresa a los animales en exceso. Más tarde, pude leer que hay compañías que hacen la misma práctica pero respetando el espacio de los delfines. Si lo haces, mira de contratar estas empresas.
También puedes ir a una especie de reserva de tortugas rescatadas del mar, viven en una especie de cenote natural. Te puedes bañar con ellas y darles de comer. El coste de la entrada es bastante caro para ser un lugar que no pretende recaudar dinero (10 dólares), como siempre, el precio para los turistas en todo Tanzania y Zanzíbar es elevado. Estas gentes deben creer que el dinero lo fabricamos por las noches con recortes de diario 🙂 Pero dar de comer y bañarte con las tortugas merece mucho la pena.
Dejo fotos de este enclave y de la excursión en cuestión. También adjunto un video de los delfines.
(Sur) Kizimkazi: Aquí hay poco que hacer, todo se reduce a sol, playa y descansar. Estábamos en un hotel resort que invitaba a descansar y bañarse en la piscina. Utilicé los días aquí principalmente para descansar, poner en orden mis ideas y leer los libros que me había llevado mientras contemplaba las hermosas vistas que ofrecía el lugar.
Desde aquí se puede hacer la excursión de los delfines, de hecho, es el lugar ideal para hacerla, pero rechazamos hacerla de nuevo por las malas prácticas llevada a cabo por las personas que hacen estas excursiones. No queríamos volver a repetir la experiencia, con una vez bastaba.
También visitamos un parque natural de Jozani Forest que hay en al este de la isla, haciendo la visita de medio día partiendo desde esta población. Este enclave es curioso, porque cambia totalmente el paisaje de la isla. Se trata de un bosque de manglares donde podrás contemplar a una especie de mono único que toda la isla de Zanzíbar. Se trata del Colobo rojo. Uno de los pocos monos que hemos podido ver en todo el mundo, que es muy tranquilo, no ataca y difícilmente se pondrá a la defensiva. La visita suele salirte sobre unos 50 dólares dos personas, transporte incluido y dura unas dos horas y media.
(Este) Page: Este lugar lo visitamos durante un día. Se trata de una población dedicada a la pesca que ahora se ha abierto al turismo. Su playa es inacabable y puede presumir de tener una de las mejores que toda la isla. Aquí, mientras nos bañábamos conocí a un joven massai que muy amablemente me solicitó si podía enseñarme las piezas que vendía. Nosotros accedimos y le compramos algunas cosas. El chico, me dijo que era del Serengeti pero había marchado para ganarse la vida en Zanzíbar. Me habló un poco de la vida Massai y sus costumbres. La verdad es que me despertó mucha ternura y me hizo reflexionar sobre lo que tenemos y lo mal que está repartido el mundo, no sería ni la primera ni la última vez a lo largo del viaje.
Cuando haga las entradas de Tanzania, habrá una dedicada exclusivamente a nuestra última excursión del viaje. El día que pasamos en tierras massai. Hablaré de su forma de vida y nuestra experiencia con ellos. Por ahora, me limitaré a subir la foto que le solicité y que muy amablemente accedió a hacerse conmigo.
Nueve días dan para mucho y hemos tratado de subir las cosas de mayor interés, intentando no aburriros demasiado. Si tenéis alguna duda sobre algún enclave que estéis pensando visitar en Zanzíbar o sobre cualquier tema logístico, no lo dudéis y preguntarnos.
Sobre la seguridad en Zanzíbar
En Zanzíbar hay etnias muy distintas y conviven diferentes religiones, aunque la musulmana es la predominante en toda la isla. No hay ningún problema entre ellas.
El lugar es muy tranquilo y pacífico, difícilmente verás robos o agresiones, nuestra sensación fue de total seguridad, mucho más que en Barcelona.
Lo único que las personas te querrán sacar el dinero como si fueses un cajero automático, pero eso es normal, ellos están allí para eso y deberás regatear hasta las botellas de agua si hace falta. Al final, se trata de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Nos sorprendió la cantidad de turistas italianos que había en toda la isla, parece ser que es su lugar predilecto de vacaciones. También, nos preguntamos por qué el turismo suele encaminarse a lugares como el Caribe, cuando tienes una isla como Zanzíbar que no tiene absolutamente nada que envidiar a ninguna que se precie y los vuelos son más baratos.