La ciudad de cuento de hadas tiene nombre, se llama Praga. A principios de la época moderna (S.XV-S.XVI), vivió sus días de mayor gloria llegando a ser capital del Sacro Imperio Romano Germano. Actualmente es la capital de la República Checa y uno de los destinos de Europa preferidos por los turistas. ¿La razón? El encanto especial que rodea a esta urbe, con un casco antiguo casi intacto que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, cosa que muy pocas ciudades europeas pueden decir.